Acerca de

ENGSKO es un fabricante de muelas de molino, equipos y sistemas de molinería personalizados. La calidad y el servicio al cliente son claves para nosotros. Llevamos más de un siglo en el negocio de la molinería. 

Millstone factory in Denmark - Randers

Convertir a ENGSKO A/S en un actor internacional en nuestro segmento de molinería con muelas, utilizando tecnología atemporal y soluciones innovadoras

Suministrar soluciones y productos innovadores, sostenibles y ecológicos a nuestros clientes

Tecnología atemporal

Algo atemporal es un clásico de cualquier tipo que no cambia con el tiempo, y que sigue siendo igual de bueno o auténtico que cuando se creó. 


Desde el siglo III, el proceso de moler grano para convertirlo en harina ha consistido en hacer pasar el grano entero a través de dos muelas, una que funciona como base fija y otra que se mueve.


Este proceso no ha cambiado hasta ahora ni lo hará en el futuro.

Proyecto SDG con DanChurchAid

DanChurchAid ha recibido una subvención de P4G (Partnerships 4 Growth) —una organización creada para fomentar las asociaciones público-privadas en el sector de la agricultura y la alimentación y con un mandato de la ONU— con el fin de desarrollar una galleta nutritiva para niños desnutridos en Etiopía. 

 

El objetivo es poder producir una galleta con un fabricante local en Etiopía utilizando tecnología de empresas danesas. La galleta estará destinada a niños y a refugiados y desplazados internos en Etiopía y, con suerte, su uso se ampliará también a Kenia y Uganda.

1900

Fábrica de muelas de molino fundada por la familia Mikkelsen

1975

Setenta y cinco años de existencia y un millón de juegos de muelas producidos

1977

La familia Mikkelsen vende la empresa a Saeby Jernstoeberi A/S y ABC Hansen Comp.

1986

ENGSKO compra For Mills A/S

1990

ENGSKO compra Europemill a Frimodt Pedersen

2004

Producción de muelas en Etiopía

2005

Engsko compra United Milling Systems

2016

Se alcanza la producción de dos millones de juegos de muelas

El caso de los cereales integrales

La American Association of Cereal Chemists (2019) define el cereal integral como el grano compuesto por una semilla intacta, triturada, fragmentada o en copos cuyos principales componentes anatómicos —el endospermo, rico en almidón, el germen y el salvado— están presentes en la mismas proporciones relativas que las existentes en la semilla original. Los cereales integrales son aquellos cereales, como el trigo, el maíz, el arroz, la avena, la cebada, el centeno, el sorgo o la espelta, que se comen en su forma completa, sin refinar. El trigo, el arroz y el maíz son los más consumidos y constituyen el 60 % de la ingesta de energía alimentaria de la población mundial (FAO, 2019). Puesto que los cereales y sus derivados, como los cereales de desayuno, se consumen habitualmente en muchos hogares, son un ingrediente importante de la dieta habitual y aportan una parte considerable de la energía y los nutrientes que necesitamos. La harina de trigo se utiliza para elaborar pan, galletas, pasta, pasteles y se consume ampliamente en todo el mundo de manera habitual. Los alimentos a base de cereal integral conservan la semilla entera y la mayoría de los nutrientes, por lo que el porcentaje de extracción es del 100 %. La mayor parte de los nutrientes se encuentran en el salvado y el germen, que se desechan al procesar el grano refinado, compuesto principalmente por el endospermo. En la tabla 1 se muestran los micronutrientes de la fracción salvado/germen y el endospermo. Todos los cereales tienen una estructura similar, con una semilla compuesta por tres partes principales: el endospermo, el germen y el salvado. En la siguiente ilustración se muestra la estructura de un grano de trigo.

El salvado, que constituye aproximadamente el 14 % del cereal integral, es la capa dura exterior que rodea el grano de trigo. Esta capa contiene fibra alimenticia, vitaminas B1, B2, B3 y B6, minerales como hierro, cobre, zinc, magnesio y selenio, y sustancias fitoquímicas. La fibra del salvado es esencial para regular y mejorar la motilidad intestinal y mantener un tubo gastrointestinal sano. La fibra también ayuda a perder peso al reducir la sensación de hambre. Los fitonutrientes, también llamados fitoquímicos, son sustancias químicas de origen vegetal que están presentes en los cereales integrales. Muchos de ellos poseen actividad antioxidante, que se asocia a una reducción del riesgo de enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares. Se está empezando a reconocer que las sustancias fitoquímicas del cereal integral desempeñan una función destacada a la hora de reducir el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, las enfermedades cardiacas y el cáncer (Okarter y Liu, 2010).

El germen es el embrión de la semilla del que brota una nueva planta. Constituye alrededor del 2,5 % del cereal integral y contiene todos los minerales necesarios para que crezca una nueva planta. Contiene vitaminas del grupo B, sustancias fitoquímicas y aceite con antioxidantes, como la vitamina E. Cuando entra en contacto con el oxígeno, el aceite del germen enrancia la harina integral y eso hace que tenga una vida útil inferior a la de la harina refinada. La extracción del germen prolonga la vida útil de la harina refinada, aunque reduce su valor nutricional. Una vida útil prolongada es esencial cuando el proceso de distribución desde el molino hasta el consumidor es largo.

El endospermo es la parte más grande de la semilla y representa aproximadamente el 83 % del peso del cereal. Se compone de carbohidratos, proteínas y pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B y de minerales. Es el principal componente de la harina refinada y contiene un 75 % de almidón. Los molinos de rodillos permiten separar el endospermo del salvado y el germen, con lo que se obtiene una harina compuesta fundamentalmente por endospermo. Algunos de los nutrientes se pierden durante el proceso de molienda y se añaden al endospermo triturado para elaborar harina enriquecida.

Los molinos de rodillos se introdujeron a finales del siglo XIX para procesar la harina con mayor rapidez que con los molinos de muelas que se habían utilizado durante siglos. Los molinos de rodillos procesaban la harina más rápido que los molinos de muelas y creaban la harina refinada, con muchas calorías y pocos micronutrientes, mediante la retirada del salvado y el germen del grano. En cada lugar en el que se implantaba la molienda con rodillos, surgían epidemias causadas por la carencia de vitamina B, como la pelagra y el beriberi. La retirada del germen y el salvado para producir grano refinado mediante la molienda con rodillos provocó una serie de enfermedades originadas por la falta de vitamina B (Winson, 2013). Esta nueva harina blanca refinada con una textura más ligera duraba más tiempo en las estanterías sin estropearse debido a su valor nutricional inferior. Cuando el gobierno se dio cuenta de la causa de las epidemias, se promulgaron leyes que obligaron a los molineros a añadir vitaminas y micronutrientes sintéticos a la harina para restablecer parte de los que se habían perdido; con este proceso se crea la harina enriquecida. La harina 100 % integral no necesita que la enriquezcan. La mayor parte de la harina en todo el mundo se muele con rodillos. Mientras que los molinos de rodillos son grandes instalaciones centralizadas, los molinos de muelas son más pequeños y requieren una inversión menor. La molienda con muelas sigue siendo la opción elegida por los panaderos artesanos (cualificados) y los defensores de los alimentos naturales. En la molienda con rodillos, las distintas partes de la semilla de trigo se separan y, en algunos casos, vuelven a combinarse tras haberse molido por separado. La molienda con muelas es un proceso sencillo con un triturado de un solo flujo en el que todas las partes de la semilla se mantienen juntas desde el principio del proceso hasta el final. La harina de trigo molida con muelas contiene más nutrientes que la molida con rodillos, ya que las bajas temperaturas de la molienda con muelas conservan los nutrientes. Un estudio reveló que la harina molida con muelas tenía casi un 60 % más de vitamina E que la molida con rodillos al día siguiente de la molienda (Engelsen y Hansen, 2008; Hansen, 2016). Esto demuestra que la harina molida con muelas retiene la mayor parte de los nutrientes que se pierden en la molienda con rodillos.

Los alimentos de grano entero, como la harina integral, contienen todos los nutrientes del salvado, el germen y el endosperma en las mismas proporciones que la semilla entera. La harina refinada tiene un menor contenido nutricional, ya que una gran parte de las vitaminas, minerales y sustancias fitoquímicas se pierden con la retirada del germen y el salvado. Para compensar esta pérdida, la harina se enriquece con nutrientes. La harina enriquecida tiene cantidades similares de vitaminas y cereales a los de la harina integral (véase la tabla 2), pero posee una cantidad sustancialmente menor de fibra: más del 80 % menos que la harina integral. Incluso con cantidades similares de vitaminas, la harina enriquecida posee menos beneficios nutricionales que la integral (Jonnalagadda, Harnack, Liu, Mckeown, Seal, Liu y Fahey, 2011).

Para hacer frente a las enfermedades causadas por la harina refinada, algunos países, como Estados Unidos, exigen que se repongan parte de los nutrientes que se pierden durante el proceso de molienda. Este proceso se llama «enriquecimiento». A pesar de que el enriquecimiento evita las enfermedades causadas por la carencia vitamínica, no reemplaza todos los nutrientes perdidos. En la figura 3 se muestra el porcentaje de nutrientes de la harina de trigo integral, refinada y enriquecida, tomando como referencia la harina integral, que posee el 100 % de nutrientes.

La tasa de extracción es el porcentaje de grano entero que se convierte en harina mediante el proceso de molienda. La harina integral tiene una tasa de extracción del 100 % porque contiene todas las partes del grano. La harina refinada, a la que se le ha extraído el salvado y el germen, tiene tasas de extracción muy bajas, incluso del 72 %. Cuando se procesa 1 kg de grano entero para convertirlo en harina, se obtiene 1 kg de harina integral, mientras que solamente se obtienen 700 g de harina de trigo refinada. Eso significa que el 30 % del grano se desaprovecha. Esto se traduce en un desperdicio de alimentos que podrían servir para alimentar a un mayor número de personas y tiene un impacto negativo en el planeta.

La composición de la harina puede variar dependiendo de las condiciones en las que se haya cultivado y procesado el trigo. Aunque la Organización Mundial de la Salud y algunos gobiernos exigen que se enriquezca la harina para reponer los nutrientes perdidos, no todos los molineros pueden cumplirlo. Un estudio realizado en Kenia reveló que prácticamente la mitad de los molineros de ese país no añaden nutrientes esenciales a su harina, aunque la ley les obligue a hacerlo (JKUAT, 2019). Además, la aplicación de los requisitos de enriquecimiento en los países en vías de desarrollo es complicada; eso significa que un mayor número de personas consumen cereales refinados sin enriquecer. En la tabla 2 se muestran las composiciones de la harina integral, la harina blanca sin enriquecer y la harina blanca enriquecida. La harina integral posee un perfil nutricional superior.

Los cereales integrales poseen muchos beneficios para la salud de las personas, que se indican a continuación. La Organización Mundial de la Salud y las pautas de alimentación para los estadounidenses recomiendan consumir tres o más raciones de cereales integrales al día para obtener dichos beneficios. La ingesta de al menos dos raciones de cereales integrales reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes de tipo 2, las enfermedades cardiovasculares (del corazón) y la obesidad (Huang, Xu, Lee, Cho y Qi, 2015).

Reducción del riesgo de muerte por enfermedad cardiaca

La ingesta de alimentos integrales reduce el colesterol malo, que es uno de los factores causantes de las enfermedades cardiacas. Según un estudio de 2015, el aumento de la ingesta de cereales integrales se tradujo en una menor tasa de muertes por enfermedad cardiaca entre hombres y mujeres (Wu et al, 2015). Las probabilidades de morir de una enfermedad cardiaca se redujeron en aquellos que comieron más cereales integrales, incluso cuando se tomaron en cuenta otros factores relacionados con el estilo de vida y la alimentación.

Reducción del riesgo de diabetes de tipo 2

Varios estudios demostraron que la ingesta de cereales integrales reduce el riesgo de diabetes de tipo 2 y, por tanto, respaldan que se aumente el consumo de cereales integrales (de Munter, Hu, Spiegelman, Franz y van Dam, 2007). Además, han puesto de manifiesto que la ingesta de cereales integrales y salvado reduce el riesgo de muerte por enfermedad coronaria en mujeres con diabetes (He, van Dam, Rimm, Hu y Qi, 2010). Los cereales integrales son altos en fibra y se digieren más lentamente, con un aumento más lento de la glucemia. Los cereales refinados, que se componen principalmente de almidón, provocan un aumento más rápido de la glucemia, ya que se convierten rápidamente en glucosa. Este pico glucémico aumenta el riesgo de padecer diabetes de tipo 2.

Reducción del riesgo de accidente cerebrovascular

La ingesta de cereales integrales redujo el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en varios estudios (Liu et al, 2010). Una mayor ingesta de alimentos integrales, como la harina integral, redujo el riesgo de accidente cerebrovascular en las mujeres. Los cereales integrales reducen el colesterol malo (lipoproteína de baja densidad o LDL), que puede acumularse en las arterias y provocar un accidente cerebrovascular.

Reducción del riesgo de obesidad

Los cereales integrales contienen fibra, que ha demostrado aumentar la sensación de plenitud, reduciendo así el apetito. Los cereales integrales y los productos integrales son más saciantes que los que se elaboran con grano refinado. Las investigaciones han mostrado que las personas con una mayor ingesta de cereales integrales tienen un índice de masa corporal (IMC) menor y menos grasa abdominal (Roager et al, 2019; Harland y Garton, 2007). En las personas con sobrepeso y obesidad se observa un IMC mayor; estas enfermedades aumentan el riesgo de sufrir diabetes de tipo 2, enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer.

Digestiones sanas

La fibra insoluble de los cereales integrales permite que crezcan las bacterias beneficiosas del intestino. La fibra fermenta en el intestino grueso y ayuda a conservar las grandes cantidades de diferentes bacterias que son buenas para la salud al reducir la inflamación crónica (Roager, Vogt, Kristensen, et al, 2019). La fibra también aumenta el volumen de las heces y alivia de este modo el estreñimiento.

Puede reducir el riesgo de cáncer

Algunas investigaciones sugieren que el consumo de cereales integrales puede proteger de los cánceres del aparato digestivo.

Los cereales integrales contienen una variedad mayor de vitaminas, minerales y fitonutrientes que los refinados. Incluso aunque se enriquezcan, los cereales procesados y refinados no aportan los mismos beneficios nutricionales que los integrales, porque algunos nutrientes no pueden reponerse. Al comer cereales integrales, no consumimos unos pocos minerales y vitaminas añadidos, sino una amplia gama de nutrientes que actúan juntos para conseguir un efecto óptimo en la salud. No se ha verificado que ningún compuesto o combinación de compuestos específico de los cereales integrales reduzca el riesgo de sufrir enfermedades. Las vitaminas, minerales, fibra y sustancias fitoquímicas presentes en los cereales integrales actúan juntas para reducir el riesgo de varias enfermedades. La protección que proporciona la ingesta de cereales integrales proviene, muy probablemente, de la interacción entre los diferentes compuestos presentes en los cereales. Por eso, con la retirada de estos compuestos naturales y el enriquecimiento de la harina puede no obtenerse la misma protección que cuando se come el cereal integral. No se conocen con exactitud dichas interacciones, por lo que se recomienda el consumo de alimentos integrales, ya que los cereales refinados pueden no proporcionar una protección similar durante la vida de la persona.

Nutrición infantil

La infancia es un periodo crucial, y los efectos de la desnutrición durante esta etapa de la vida se arrastran hasta la adolescencia, la adultez e incluso se transmiten a otras generaciones. La desnutrición infantil es el factor que más mortalidad causa entre los menores de cinco años debido a que aumenta la propensión a sufrir infecciones y ralentiza la recuperación de la enfermedad (UNICEF, 2019). Las investigaciones muestran que después de los 2-3 años de edad, los efectos de la desnutrición crónica son irreversibles y afectan al crecimiento y al desarrollo del cerebro, reduciendo de este modo el rendimiento escolar y la productividad laboral (UNICEF, 2019).

El procesamiento del grano que compone los alimentos básicos con los que se inicia la alimentación en la infancia aumenta el riesgo de sufrir desnutrición a lo largo de la vida. Los hábitos nutricionales y los gustos por los alimentos se desarrollan durante la infancia. Si un niño crece gustándole los alimentos refinados, lo más probable es que estos sean los alimentos que coma durante la adolescencia y la niñez. Una alimentación de por vida basada en alimentos altos en calorías y bajos en nutrientes aumentará la tasa mundial de enfermedades crónicas, que los cereales integrales han demostrado prevenir.

Salud mundial

El cambiante escenario de la nutrición mundial con la urbanización y adquisición de una dieta occidental ha contribuido a que la desnutrición coexista con el sobrepeso y la obesidad en muchas personas, hogares y poblaciones a lo largo de la vida; este fenómeno se conoce como la doble carga de la desnutrición (OMS, 2019). La desnutrición afecta a todas las regiones del mundo. Millones de personas sufren hambre física (carencia de macronutrientes) y hambre oculta (carencia de micronutrientes) (OMS, 2019). Las tasas de obesidad y sobrepeso y las enfermedades asociadas, como la hipertensión, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes, están aumentando rápidamente en los países en vías de desarrollo (Popkin, Adair y Ng, 2012). Aunque los cereales refinados pueden solucionar el hambre física y la necesidad de ciertos micronutrientes, los cereales integrales tienen un mejor perfil nutricional y son más adecuados para abordar la doble carga de la desnutrición. La ingesta de alimentos con abundantes calorías y pocos nutrientes resolverá el problema del hambre física, pero no abordará plenamente el problema del hambre oculta.

Para acabar con todas estas formas de desnutrición, tenemos que dejar de centrarnos en la cantidad de alimentos y empezar a centrarnos en la calidad. Tenemos que reducir el suministro de cereales refinados con un gran aporte calórico y aumentar el de cereales integrales de calidad y muy nutritivos, como la harina integral. Este es uno de los factores que será importante para que los cereales integrales sean asequibles y aceptables. Como ingrediente predominante de la dieta habitual, los cereales integrales pueden abordar la doble carga de la desnutrición. El consumo de cereales integrales puede mejorar la ingesta de alimentos nutritivos y garantizar así una alimentación más saludable. Alimentar a los niños con cereales integrales aumentará su capacidad para aceptar y mantener una alimentación adecuada para hacer frente a la doble carga de la desnutrición durante el transcurso de la vida.

Exigimos que nuestros empleados cumplan los principios fundamentales de una conducta ética

Observancia de la ley: respetamos y observamos las leyes, normas y reglamentos aplicables a nuestra actividad en todo el mundo.

Respeto de los derechos humanos: respetamos los derechos humanos y exigimos a nuestros proveedores que también lo hagan.

Medio ambiente, salud y seguridad: estamos comprometidos con la defensa de la salud y la seguridad de nuestros empleados y la protección del medio ambiente.

Respeto de la diversidad: estamos comprometidos con el respeto de la diversidad cultural de los trabajadores, a través de prácticas que garantizan el acceso igualitario y el tratamiento justo de todos los empleados.

Integridad: no aceptamos sobornos, chantajes ni regalos inadecuados. Adoptamos prácticas comerciales coherentes con nuestra ética y nuestros valores.

Competencia ética: no nos involucramos en prácticas comerciales que sean contrarias a la ética o ilegales.

Engsko

Almost there!

Fill in your details

CONTACT

Good solutions start with listening.

If you have any questions, please fill in your details, and we will be in touch as quickly as possible.